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Mostrando las entradas de agosto, 2022

"Lo que no envejece"

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José María Alonso y Trelles Jarén, conocido como «El Viejo Pancho» fue un escritor y poeta gauchesco uruguayo de origen español. Nacido en España, se radicó  en su juventud en la localidad uruguaya de Tala. Tuvo a su cargo las publicaciones satíricas El Tala Cómico y Momentáneas. Sus aportes literarios más importantes se dieron en el campo de la lírica, que cultivó en la forma de poesía gauchesca. En 1915 publicó su obra maestra, Paja brava, en la cual recopiló la mayoría de sus textos del mencionado género. Hacia el final de sus días ocupó una banca como diputado por el departamento de Canelones. En una nota dedicada a José Alonso Trelles en el número 94 de la revista Mundo Hispánico fueron publicadas esta poesía y esta imagen, que aquí compartimos:

"Aptitud y política del porteño"

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  Compartimos hoy un artículo publicado en el número 81 de la revista Mundo Hispánico, de diciembre de 1954. Pertenece a Ignacio B. Anzoátegui.  La nota se refiere a la ciudad de Buenos Aires y a sus habitantes, y se titula justamente "Aptitud y política del porteño". Acompañamos el texto -que transcribimos a continuación con sus subtítulos- con imágenes de la nota original. No se nace en la Geografía. Se nace en la Historia. Se nace junto a una bandera o a un muestrario de banderas; pero se nace siempre embanderado. No somos los animales de labranza de la gleba geográfica, pero somos los hombres de labor de la gleba histórica, los dueños y los servidores de un destino. Servir a su destino fue y continúa siendo la primera obligación del hombre, la primera obligación violada y no por eso menos implacable, quizá por eso mismo la más exigente. Pero para servir a un destino es menester conocerlo. No digo comprenderlo, sino conocerlo. Conocerlo con la inteligencia o con el i

Nuestra Señora de Europa

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"A un Cristo en blanco y negro"

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  De Mundo Hispánico número 158 (1961). La revista dice sobre la autora de la litografía:  María Dolores Andreo es una muchacha  silenciosa y explosiva,  con esa fuerza que acumulan  todos los espíritus meditadores. Autodidacta,  amiga de mirar, desde pequeña,  con cuidado las cosas y la  vida, empezó haciendo deliciosos dibujos,  donde la ingenuidad andaba  siempre encaramada, para pasar luego,  ahora, a un expresionismo entre  tierno y descarado. En óleos, en  dibujos, había probado la fuerza de  su pulso. Pero ha sido en el grabado  donde esta murciana de Alhama ha  encontrado, posiblemente, su mejor  medio de expresión. Aquí hay una  muestra de ellos, dos expresivos  ejemplos de su serie «Cristophenos»  (Faz Divina) que han hecho a  cuantos se asomaron a estos rostros  de la Gran Víctima, prestar atención  al nombre de María Dolores. Parece  como si en sus litografías hubiera  traspasado los habituales límites. En  verdad que Cristo también los traspasó.  Por eso se acomoda bien a

"Defensa apasionada del español"

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